Círculos de Trabajo Pedagógico Inclusivo
- Escrito por Rubén Ostrower
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¿Qué conocemos de los jóvenes?, ¿qué esperan ellos de nosotros?, ¿qué esperamos nosotros de ellos?, ¿qué queremos para ellos?, ¿qué queremos con ellos?
La declaración de obligatoriedad de la escuela secundaria que hace la nueva Ley de Educación Nacional propone una respuesta a estos interrogantes. Sin embargo, es una declaración de propósitos cuya concreción requiere la participación de una variedad de actores que excede a los padres y docentes.
Se trata de abrir un espacio -o legitimarlo donde ya exista- de reflexión y articulación interinstitucional y comunitaria vinculada con las políticas socioeducativas y de juventud en un territorio concreto. La idea es que en este espacio se puedan recoger experiencias previas. Muchas escuelas reconocen el potencial de transmisión cultural que poseen otras instituciones y organizaciones comunitarias. En consecuencia, el Círculo Pedagógico puede servir para formalizar el reconocimiento mutuo y reforzar los circuitos de la red barrial que protegen y promueven a los jóvenes. Los Círculos Pedagógicos pueden retomar las tareas educativas de
los comedores, de los espacios deportivos y de los centros culturales juveniles en los que se realizan actividades de apoyo escolar, turismo educativo, emprendimientos productivos, capacitación laboral, etc. Asimismo, pueden debatir cuestiones surgidas en los distintos Trayectos de Formación para Directivos del Nivel Secundario u otras acciones de acompañamiento a la universalización de la Educación Secundaria.
Por otro lado, en estos espacios sería posible discutir y analizar los Proyectos Socioeducativos Escolares que cada escuela eleva a su jurisdicción pero hasta el momento ninguna autoridad educativa espera que sean refrendados por la comunidad.
La meta es abrir la escuela a una tarea para la que los docentes no fuimos preparados y cuyos imprevistos y derivaciones no están por el momento contemplados por Estatuto, ni en los requisitos de titularización y ascenso.
Sin embargo, no es una tarea que sólo se propone desde arriba y desde fuera. Involucra a una gran cantidad de educadores en todo el país que la viene realizando desde hace tiempo, sin que ninguna autoridad se la haya pedido y muchas veces contra previsiones reglamentarias
propias de otra época y situación social y política, que se irán modificando en la medida en que la tarea se lleve adelante.
Estos encuentros comenzaron este año en la Provincia de Buenos Aires y se piensa en un mínimo de tres encuentros a lo largo del presente ciclo lectivo. Si este objetivo se logra concretar -y disfrutarse habrá logrado inaugurar un espacio donde el trabajo por y con los jóvenes adquiere dimensión comunitaria y puede modificar el horizonte de expectativas de los alumnos.
Encuentro en el Distrito de Navarro El 19 de mayo se realizó la primera reunión del Círculo de Trabajo Pedagógico Inclusivo (CP) en la escuela ESB 2 del Distrito de Navarro, Provincia de Buenos Aires.
En esta localidad agrícola-ganadera y comercial, de 17.000 habitantes, participaron del CP tres concejales (uno por cada partido que integra el Concejo Deliberante), la Directora de Cultura del Municipio, una jueza de paz, una psicóloga especializada en adicciones, la presidenta de la Asociación Civil 7 de Enero del Barrio El Porvenir, dos inspectoras, cuatro integrantes de la ESB 2 (la directora, la orientadora educativa, la secretaria y la profesora de matemática) y miembros de los equipos provincial y nacional de políticas socioeducativas.
El encuentro se desarrolló en la Biblioteca Popular y algunos de los temas que se abordaron fueron las becas otorgadas a los estudiantes; la necesidad de modificar criterios a la hora de evaluar a los alumnos, la preocupación por las condiciones edilicias y de equipamiento de las escuelas, y los cursos de capacitación laboral para los jóvenes.